sábado, 15 de enero de 2011

Transcriptasa inversa

Me encontré tendido

en medio del me encontré tendido

cabeza abajo

haciendo como si

(me llevaste de la mano

al final de camino)

mi pecho se derrumbara.

Corté las manos,

te lo juro,

para no volver a tocar las esquinas

de los edificios;

tenía tantísimo asco de todos

que esperé a que fuera de noche

para soportarme;

ahora cuidarás de mi pureza,

y me resisto a creer

que exista nada

más importante

que creer que me extingo,

amanece,

se salpica en la hierba,

se reverencia…

(…era lícito…)

Me enseñaron que robar a un ladrón: dos ladrones,

que solo se puede desheredar a los herederos,

que solo se puede resucitar al muerto que lo pide,

que nadie se atreva

a saber más acerca de mí mismo;

te diré algo:

Cuando no quedó tiempo que malgastar,

ni bocas que coser,

alguien decidió alzar su paso

hacia la montaña más alta

en un triste deseo por toparse con la verdad;

dicen que desde su cima

observó con vanidad como se demolían

las casas de sus vecinos,

como se cegaba al irreverente,

como se enfermaba al sometido,

como una por una

las cerraduras se convertían en estacas,

como el lodo que lo cubría todo

se veía verde…

…de un verde hermoso…

y masticó hasta perder el miedo;

fumó un cigarrillo antes de dormir

propósitos para un nuevo año

mentiras y más miseria:

ojo por ojo

y la casa sin barrer

hasta que los recuerdos

se le convirtieron en cicatrices.

Renegar de todo lo aprendido

parecía una tarea sumamente sencilla,

pero perforarse las raíces

bebiendo paradojas,

revolcarse en el escaparate

de la necedad,

dejar que el odio atraviese

cada cervical

como la gota de plomo

que no conoce el peligro,

simular que se tiene la razón,

sostener cada error

como una moneda de doble hoja,

acaparar cada tara

cada codazo

cada imperfección

como un calzador para acurrucarse

dentro de su propia vergüenza…

…tampoco;

hasta que de repente

se detuvo a contemplar la distancia

de la escalera recorrida

y sintió una nausea irreversible.

A veces la nostalgia

no es más que un punto de vista;

el mundo ya no calibra peldaños,

nos gusta saltar a la comba,

deslizarnos como si fuéramos escobas huecas,

arañar como nos importara la consecuencia,

y consolarnos de cielo

como si el precio fuera justo,

el producto exquisito,

la recompensa innecesaria…

Y se vistió la mortaja de recién casada,

el tatuaje de: “aquí no se otorga”,

el aguijón de punta roma,

la excusa perfecta para no tender la mano:

“me estoy muriendo,

tengo casas mas importantes de la que preocuparme”,

y cuando todo estuvo envuelto en llamas,

sin un ápice de piel por consumir,

con los jirones de sus hermanos

enredados entre las orejas,

con el vacío perfecto

de una fruta pintada de blanco,

se atiborró de paciencia

hasta encontrar un momento adecuado

para alzar su dedo

y responder

“fui yo”

fui yo,

ahora corre.


viernes, 15 de octubre de 2010

LIGAZÓN

Junto a ti las monarquías son inservibles,

los mercado son nuevos,

la ansiedad cotidiana…

Socorro,

no puedo mover los brazos;

ayudadme a maldecir,

a destruir las fachadas

de los ministerios;

auxilio,

mis pies están plegados

a la tierra;

(no quiero estar quieto ahora)

mi cuello no sabe

retorcerse como antes,

mis caderas no saben

retorcerse como antes,

ya no me retuerzo

como antes,

como insecto,

como torre,

ayudadme a comprenderlo.

Preparaba un cuento,

cocinaba una fábula;

peregrinaba por las calles

preguntando la hora;

te tenía a mis talones

limando mis durezas,

cortando mis espinas,

intentando serme necesario,

pero yo te lloraba un cuento,

te rezaba un proverbio:

“No pude despedirme ni de mi sombra;

tú,

tú tienes la culpa”.

AMISTAD

Murmullos de la misma

estúpida sucia necia absurda

anécdota:

cuanto más me repito de ser

más me sostiene de estar

y buceo

y no hay nada nuevo que decir

pero espero impaciente

acabar sobre mi cama sin parpadear

y fumar medio respirado

mientras convenzo a las escamas del techo

de que no me caigan aún;

y más debía de callar por lo que valgo

que por lo que tengo

pero aun así

continúo sufriendo de tu inercia.

Vamos de paseo al ultramundo,

donde las mujeres no tienen cuello

y los hombres son afeminados y cobardes:

he olvidado tomar la cuenta

de los errores que he derramado en mi estomago

fingiendo no oírte,

he perdido la noción de todas mis voces,

la razón de todas mis muecas

hasta convertirme en una ceniza respirable

y los fármacos son vitaminas que me trago por placer,

llorar solo se hace verosímil con ruido,

por mi nariz brota mermelada de langosta…

Si para convertirme en tu marioneta

debo antes perder mis desgracias,

si debo renegar de mi familia

y vender mis juguetes

para comprar pistolas,

si debo dejar que el oro

me sepa a dulce chocolate

y la fruta a cristal roto:

prenderé fuego a todo lo que me era hermoso,

entraré en los cines y las bibliotecas

solo para gritar que me odias,

aprenderé a tocar la flauta

solo para hacerlo mal e irritarte;

y entonces,

convertido en algo que nunca quise,

amarrado como un tendón

a un trozo de hueso,

cuando la caricias me muerdan

como gatos azules

y las sillas que se arrastran,

me sientan tan débil,

tan intocable...

cuando las mentiras tornen verdades,

y los astros alucinaciones,

y los meridianos se turnen las tormentas,

y vea llover en la calle

guijarros,

gotas,

espinas,

larvas,

destellos de multiplicación insultante;

tal vez haya dejado de desear

acabar sobre mi cama de nuevo

y fumar medio respirado

mientras convenzo a las escamas del techo

de que yo…

“Yo estoy bien, gracias”.

Es de noche

y no duermo,

dormir es de débiles.

METRÓPOLIS

Como se tuercen las ganas

al respirar de tarde

al orinar sobre los tejados

hambriento

como el animal que recibe calambres

y hasta las lámparas me daban asco

antes de conocerte.

Cuántas vueltas debería de dar una piedra

alrededor de un astro

para comprender que no va a ninguna parte;

me fui dejando caer

y entender

entre tus labios,

violonchelo de veinte cuerdas

arañazos masticados sobre el asfalto

las escamas

las envidias

y hasta las mesas me daban miedo

antes de conocerte.

Hubiera podido correr tan rápido

en la dirección opuesta a tu voz

que las sábanas hubieran llorado

por mis suelas,

pero decidí dejar de obedecer,

y mi nuca es ahora un útero cuajado

de moscas y claveles

y hasta los almanaques me daban lástima

antes de conocerte.

Debíamos de estar tan borrachos

que olvidamos ver el día acabarse,

y marché con un nombre nuevo a casa

que ya no era el mío…

cuántas vueltas debería de dar una mosca

alrededor de un vaso

para comprender que va a ninguna parte:

tres.

Yo necesité doce;

pregúntale a cualquiera.

DISCOTEQUE

Desde el borde del acantilado

al que nos trajimos

abriré los brazos,

reproche,

dardo en la nuca;

queríamos crecer lo suficiente,

creyendo que la libertad

era un premio que jugarse

con un golpe de dictado

a doble o mitad,

pereza,

tirón de orejas;

y nos dejamos empujar

por el murmullo las bocas

como si fuéramos esporas

buscando arena,

subiendo

y bajando

la misma calle,

rutina,

dolor de muelas…

(No sabría

por dónde comenzar a besarte,

por dónde dejarme llevar,

por dónde sostenerte)

Se nos rompieron los pomos

y las ruedas

en el momento justo

en que descubrimos su uso concreto,

prisa,

codazo en la espalda;

y cabalgamos como perdidos

alimentándonos de toda la estupidez

que se nos vendía como lujo

amor,

puñetazo en el ojo;

Y desde el borde de la acera

a la que nos arrastraron

abriré los brazos:

dos taxis,

el tuyo al norte,

el mío al sur,

ni siquiera te conozco…

Así se escribe la historia.

FORMALDEHÍDO

Podría ser sutil,

sutileza por encargo

como cambian los domingos;

cambiar mi violín

por una cigarra,

mi perdón por una burla,

hacer que la brisa lleve tu nombre

y que los atardeceres se me deslicen

como un pétalo de insecto

bajo mi espalda,

susurrar que las palabras

me saben dulces,

decir que tu cosquilleo

me reduce a lo primario,

que tu palpitar me evoca

no sé qué historias necias…

podría ser sutil,

pero te amo,

y adoro el sonido seco

que hacen nuestras pelotas

al chocar cuando me calzas

y me gusta lamerte el sudor

de las axilas a golpes

y me gusta importar más;

tomar carrerilla

hacia las comisuras de tu puerto,

aprender cada día

a odiar lo que te roza,

aprender a tejer pasadizos

que me hagan dar vueltas innecesarias,

esculpir las carreteras

con mensajes inoportunos,

hacer estallar los océanos

solo para que pudieras verlos

desde el espacio,

pintarme cicatrices,

inventarte heridas que olfatear,

hacerme pequeño y vulnerable

y prender fuego a todo lo mediocre

incluido yo mismo,

amanecer muerto

y resucitar cuando me invites a dormir,

perseguirte armado hasta los dientes

y disparar en las nucas

de aquel que se atreva a molestarte,

podría dejar de ser sutil;

y asaltar bancos,

matar animales por placer,

desfigurar niños

arrojándoles lejía a los ojos,

pintar con mis heces

los marcos de las puertas,

destruir a la humanidad

y fabricar un mundo a tu altura…

podría ser capaz,

pero te amo,

y no es plan.

PLATEAU-REPAS

Colecciono libros que no hablan de ti…

mata por mí,

las agallas son para los peces;

se me quitaron las ganas

de luchar contra el mundo

el día en que descubrí

que no era mi enemigo,

sostengo el cuello de mi gata con ambas manos.

Se me pide,

se me exige comprensión,

razón,

entereza;

pero yo no puedo discutir con las nubes,

ni preguntar a la gente que me empuja por las calles

por qué diablos lo hace…

y aprieto.

Lo único seguro

es que un día

decidiré que no tengo derecho a permanecer bajo el mismo techo

que tu raza

y caminaré con los ojos cerrados deseando caerme

en un premeditado intento

por darme lastima

(asfixiarse es tan aburrido…)

Cuando creía que no podía ser más feliz

tuviste que llegar

para señalarme con tu puntiagudo dedo

y llamarme necio;

Y colecciono piedras que hablan de mí,

mataría por ti,

el futuro es de los valientes;

se me quitaron las ganas

de reverenciar al mundo

el día en que descubrí

que me juzgaba a mis espaldas,

mi gata se restriega con tu espinilla.

Pido,

exijo comprensión, razón, entereza;

y pienso discutir con las nubes

y detener a cada uno de los transeúntes

para preguntarles

a dónde diablos creen que van…

y te beso.

Lo único seguro

es que un día

decidiremos que tenemos más derecho que nadie usar este techo,

y construir una nueva raza,

y caminar de la mano con los ojos bien abiertos

en un improvisado intento

por alzar el vuelo más allá de todas las capas de aire

( asfixiarse sería tan divertido…)

Por eso

las desgracias que ya no tengo

me las invento

para mantener el equilibrio,

y de vez en cuando

sentirme

tonto, e ignorante,

y quizá un poco mas humano;

así que sonríe, mi vida,

porque si lo piensas detenidamente,

en el fondo

esto tiene mucha gracia…