viernes, 15 de octubre de 2010

LIGAZÓN

Junto a ti las monarquías son inservibles,

los mercado son nuevos,

la ansiedad cotidiana…

Socorro,

no puedo mover los brazos;

ayudadme a maldecir,

a destruir las fachadas

de los ministerios;

auxilio,

mis pies están plegados

a la tierra;

(no quiero estar quieto ahora)

mi cuello no sabe

retorcerse como antes,

mis caderas no saben

retorcerse como antes,

ya no me retuerzo

como antes,

como insecto,

como torre,

ayudadme a comprenderlo.

Preparaba un cuento,

cocinaba una fábula;

peregrinaba por las calles

preguntando la hora;

te tenía a mis talones

limando mis durezas,

cortando mis espinas,

intentando serme necesario,

pero yo te lloraba un cuento,

te rezaba un proverbio:

“No pude despedirme ni de mi sombra;

tú,

tú tienes la culpa”.

3 comentarios:

  1. Amigo Vicente: es increíble la sensación de asfixia y ansiedad que puede generar este poema. Logras crear un clima. Tú siempre lo logras.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Hoy he viajado por la red y me encontré con tus palabras, he leído tu poema, y estos me llevaron a sensaciones nuevas, a pensamientos antiguos, y te estoy agradecido.

    Manu Medina

    ResponderEliminar
  3. YA SABES LO QUE PIENSO: vertigo, pasión, dolor,dependencia,venganza y otras hierbas.
    Gracias porque cuando no sé escribir me acuerdo de ti y tu poesía.

    ResponderEliminar