viernes, 15 de octubre de 2010

LIGAZÓN

Junto a ti las monarquías son inservibles,

los mercado son nuevos,

la ansiedad cotidiana…

Socorro,

no puedo mover los brazos;

ayudadme a maldecir,

a destruir las fachadas

de los ministerios;

auxilio,

mis pies están plegados

a la tierra;

(no quiero estar quieto ahora)

mi cuello no sabe

retorcerse como antes,

mis caderas no saben

retorcerse como antes,

ya no me retuerzo

como antes,

como insecto,

como torre,

ayudadme a comprenderlo.

Preparaba un cuento,

cocinaba una fábula;

peregrinaba por las calles

preguntando la hora;

te tenía a mis talones

limando mis durezas,

cortando mis espinas,

intentando serme necesario,

pero yo te lloraba un cuento,

te rezaba un proverbio:

“No pude despedirme ni de mi sombra;

tú,

tú tienes la culpa”.

AMISTAD

Murmullos de la misma

estúpida sucia necia absurda

anécdota:

cuanto más me repito de ser

más me sostiene de estar

y buceo

y no hay nada nuevo que decir

pero espero impaciente

acabar sobre mi cama sin parpadear

y fumar medio respirado

mientras convenzo a las escamas del techo

de que no me caigan aún;

y más debía de callar por lo que valgo

que por lo que tengo

pero aun así

continúo sufriendo de tu inercia.

Vamos de paseo al ultramundo,

donde las mujeres no tienen cuello

y los hombres son afeminados y cobardes:

he olvidado tomar la cuenta

de los errores que he derramado en mi estomago

fingiendo no oírte,

he perdido la noción de todas mis voces,

la razón de todas mis muecas

hasta convertirme en una ceniza respirable

y los fármacos son vitaminas que me trago por placer,

llorar solo se hace verosímil con ruido,

por mi nariz brota mermelada de langosta…

Si para convertirme en tu marioneta

debo antes perder mis desgracias,

si debo renegar de mi familia

y vender mis juguetes

para comprar pistolas,

si debo dejar que el oro

me sepa a dulce chocolate

y la fruta a cristal roto:

prenderé fuego a todo lo que me era hermoso,

entraré en los cines y las bibliotecas

solo para gritar que me odias,

aprenderé a tocar la flauta

solo para hacerlo mal e irritarte;

y entonces,

convertido en algo que nunca quise,

amarrado como un tendón

a un trozo de hueso,

cuando la caricias me muerdan

como gatos azules

y las sillas que se arrastran,

me sientan tan débil,

tan intocable...

cuando las mentiras tornen verdades,

y los astros alucinaciones,

y los meridianos se turnen las tormentas,

y vea llover en la calle

guijarros,

gotas,

espinas,

larvas,

destellos de multiplicación insultante;

tal vez haya dejado de desear

acabar sobre mi cama de nuevo

y fumar medio respirado

mientras convenzo a las escamas del techo

de que yo…

“Yo estoy bien, gracias”.

Es de noche

y no duermo,

dormir es de débiles.

METRÓPOLIS

Como se tuercen las ganas

al respirar de tarde

al orinar sobre los tejados

hambriento

como el animal que recibe calambres

y hasta las lámparas me daban asco

antes de conocerte.

Cuántas vueltas debería de dar una piedra

alrededor de un astro

para comprender que no va a ninguna parte;

me fui dejando caer

y entender

entre tus labios,

violonchelo de veinte cuerdas

arañazos masticados sobre el asfalto

las escamas

las envidias

y hasta las mesas me daban miedo

antes de conocerte.

Hubiera podido correr tan rápido

en la dirección opuesta a tu voz

que las sábanas hubieran llorado

por mis suelas,

pero decidí dejar de obedecer,

y mi nuca es ahora un útero cuajado

de moscas y claveles

y hasta los almanaques me daban lástima

antes de conocerte.

Debíamos de estar tan borrachos

que olvidamos ver el día acabarse,

y marché con un nombre nuevo a casa

que ya no era el mío…

cuántas vueltas debería de dar una mosca

alrededor de un vaso

para comprender que va a ninguna parte:

tres.

Yo necesité doce;

pregúntale a cualquiera.

DISCOTEQUE

Desde el borde del acantilado

al que nos trajimos

abriré los brazos,

reproche,

dardo en la nuca;

queríamos crecer lo suficiente,

creyendo que la libertad

era un premio que jugarse

con un golpe de dictado

a doble o mitad,

pereza,

tirón de orejas;

y nos dejamos empujar

por el murmullo las bocas

como si fuéramos esporas

buscando arena,

subiendo

y bajando

la misma calle,

rutina,

dolor de muelas…

(No sabría

por dónde comenzar a besarte,

por dónde dejarme llevar,

por dónde sostenerte)

Se nos rompieron los pomos

y las ruedas

en el momento justo

en que descubrimos su uso concreto,

prisa,

codazo en la espalda;

y cabalgamos como perdidos

alimentándonos de toda la estupidez

que se nos vendía como lujo

amor,

puñetazo en el ojo;

Y desde el borde de la acera

a la que nos arrastraron

abriré los brazos:

dos taxis,

el tuyo al norte,

el mío al sur,

ni siquiera te conozco…

Así se escribe la historia.

FORMALDEHÍDO

Podría ser sutil,

sutileza por encargo

como cambian los domingos;

cambiar mi violín

por una cigarra,

mi perdón por una burla,

hacer que la brisa lleve tu nombre

y que los atardeceres se me deslicen

como un pétalo de insecto

bajo mi espalda,

susurrar que las palabras

me saben dulces,

decir que tu cosquilleo

me reduce a lo primario,

que tu palpitar me evoca

no sé qué historias necias…

podría ser sutil,

pero te amo,

y adoro el sonido seco

que hacen nuestras pelotas

al chocar cuando me calzas

y me gusta lamerte el sudor

de las axilas a golpes

y me gusta importar más;

tomar carrerilla

hacia las comisuras de tu puerto,

aprender cada día

a odiar lo que te roza,

aprender a tejer pasadizos

que me hagan dar vueltas innecesarias,

esculpir las carreteras

con mensajes inoportunos,

hacer estallar los océanos

solo para que pudieras verlos

desde el espacio,

pintarme cicatrices,

inventarte heridas que olfatear,

hacerme pequeño y vulnerable

y prender fuego a todo lo mediocre

incluido yo mismo,

amanecer muerto

y resucitar cuando me invites a dormir,

perseguirte armado hasta los dientes

y disparar en las nucas

de aquel que se atreva a molestarte,

podría dejar de ser sutil;

y asaltar bancos,

matar animales por placer,

desfigurar niños

arrojándoles lejía a los ojos,

pintar con mis heces

los marcos de las puertas,

destruir a la humanidad

y fabricar un mundo a tu altura…

podría ser capaz,

pero te amo,

y no es plan.

PLATEAU-REPAS

Colecciono libros que no hablan de ti…

mata por mí,

las agallas son para los peces;

se me quitaron las ganas

de luchar contra el mundo

el día en que descubrí

que no era mi enemigo,

sostengo el cuello de mi gata con ambas manos.

Se me pide,

se me exige comprensión,

razón,

entereza;

pero yo no puedo discutir con las nubes,

ni preguntar a la gente que me empuja por las calles

por qué diablos lo hace…

y aprieto.

Lo único seguro

es que un día

decidiré que no tengo derecho a permanecer bajo el mismo techo

que tu raza

y caminaré con los ojos cerrados deseando caerme

en un premeditado intento

por darme lastima

(asfixiarse es tan aburrido…)

Cuando creía que no podía ser más feliz

tuviste que llegar

para señalarme con tu puntiagudo dedo

y llamarme necio;

Y colecciono piedras que hablan de mí,

mataría por ti,

el futuro es de los valientes;

se me quitaron las ganas

de reverenciar al mundo

el día en que descubrí

que me juzgaba a mis espaldas,

mi gata se restriega con tu espinilla.

Pido,

exijo comprensión, razón, entereza;

y pienso discutir con las nubes

y detener a cada uno de los transeúntes

para preguntarles

a dónde diablos creen que van…

y te beso.

Lo único seguro

es que un día

decidiremos que tenemos más derecho que nadie usar este techo,

y construir una nueva raza,

y caminar de la mano con los ojos bien abiertos

en un improvisado intento

por alzar el vuelo más allá de todas las capas de aire

( asfixiarse sería tan divertido…)

Por eso

las desgracias que ya no tengo

me las invento

para mantener el equilibrio,

y de vez en cuando

sentirme

tonto, e ignorante,

y quizá un poco mas humano;

así que sonríe, mi vida,

porque si lo piensas detenidamente,

en el fondo

esto tiene mucha gracia…

ROCHAS

Una mancha de tinta…

tan sólo una mancha de tinta…

Soy incapaz de hacer dos cosas a la vez:

mirar por dónde voy

o mirar hacia dónde voy;

me debato entre torcer mi tobillo

o chocarme contra un árbol,

y una mancha de tinta nunca será una mancha de tinta;

Una mariposa,

una polilla,

no sé…

te quiero tanto

que me sangra la boca por las noches

y me paso el día tragando

y tus besos me saben a hierro.

Un sombrero,

un hombre con sombrero,

tu madre con sombrero.

Tuvieron el descaro de rodearme,

ayer,

me dijeron cosas al oído,

me hicieron creer

que carecía de motivos para sentirme solo

o desgraciado,

me insultaron;

la rutina es una fruta

con olor a pereza,

jamás pretendí aburrirte.

Un perro,

no,

un caballo:

Y yo era tan importante,

tan necesario,

y tu tenías tantas paredes,

y yo no hacía otra cosa que meter la pala

y remar,

y buscar el principio de todo,

el lugar donde las flores brillan

como armarios ardiendo,

el hogar construido, la perseverancia,

la ciencia.

Un gato, aplastado, un león:

me tapé los ojos para cruzar la calle,

la valentía no se come,

qué gran invento la inercia,

podría pasarme horas balanceando las rodillas

como si fuera frío lo que me inquieta.

Una montaña,

un lugar donde apostar sea obligatorio,

donde las armas estén permitidas,

sin nombres de calles que recordar,

sin cifras…

Una mariposa, un sombrero, un caballo, un león, una montaña,

y podríamos echar

la poca imaginación que la evolución humana me dejó

para que no pareciera un robo a mano descubierta

y buscar significado

a lo que nunca tuvo,

y mirar atrás, constantemente

esperando que los fantasmas regresen

para arreglar innecesariamente

lo que jamás estuvo roto;

pero yo duermo por las noches

y mi tejado tiene escamas

y mi espalda arañazos

que contabilizo frente al espejo

jugándome el cuello,

y botellas,

y partidas de ruleta,

y puertas gigantes como vacas muertas;

y eso que sostienes entre tus manos

con tanta vehemencia,

eso, mi vida,

eso es sólo una mancha de tinta,

una estúpida mancha de tinta,

no me jodas.


TXORI

Me duele la cabeza tanto,


que podría perder una moneda

entre los botones de tu chaqueta.


no entiendo nada...


soy una buena persona.


Si pudiera retener

todos esos colores

en mi selectiva memoria

no tendría que cortarme los ojos

cada vez que el aire rozara mi nuca

para poder seguir esperando 


sin ganas de perseguirlo,


como si me acabara de robar algo

que nunca necesité

y que sólo ahora recuerdo.


Si no tuviera tantísimo que hacer

ni tantos pájaros que estrangular

para comprobar libertades,


me pasaría las estaciones de metro

mirando los azulejos reflejar mi paso

acelerando el paso sin moverme

como si quisiera llegar el primero

a un sitio que nunca me importó

y que sólo ahora recuerdo.


Si no fuera tan arrogante,


tan remilgado,


me habría dejado desnudar,


me habría dejado golpear

por las noches y las noches

cada vez que un dedo puntiagudo

deseara que no fuera distinto,


como si quisiera pertenecer a un mundo

que nunca reconocí

pero que sólo ahora recuerdo...


Cuánta obligación se desborda

se vomita 


de ventana en ventana;


sería tan fácil apartar mi cabeza de tu pecho,


dejar de amarte,


dejar de retenerte 


dejar de colapsar tu vida con mi nombre,


rescatarte de la obligación de responderme,


regresarte a como eras sin mí,


a cuando eras feliz sin mí;


sería demasiado sencillo

como para no hacerlo...


(...no entiendo nada...)


...y no lo hago, 


posiblemente,


porque soy una mala persona.

HOMERO

No me perderé 


no me perderá,


encima de mi nariz

la sabana colapsa.


Cuando no pensaba ni sabía del mundo 


los pecados tenían forma de pastel

y los colores se derretían sobre las moscas;


y ahora paseo lleno de nostalgia

por una calle llena de cuerdas;


algunas ni siquiera saben lo que sostienen

otras son capaces de atravesar el cuello

o las espinillas

con una caricia parecida a un reproche.


Estúpido papel secante,


¿darte la mano o robarte la cartera?


me has dejado toda la tarde esperando

sentado

en una mecedora sin raíces.

La vida mastica,


la vida persigue,


la vida somete...


Con qué facilidad se quitan las ganas de hacer cosas,


con qué dificultad se sostienen las esquinas

cuando no hay permisos que quebrar,


(sin punto de apoyo)


cuánto me costó entender

que debo bailar sobre las mesas

y no sobre los paraguas,


cuántas clases de geometría desperdiciadas,


cuántas lecciones de física perdidas

cuando nos escondíamos en los servicios

y nos tocábamos los ombligos

y enrojecían nuestras orejas.


Soy un cojo orgulloso,


si no voy a caminar contigo

prefiero quedarme en casa durmiendo,


no por miedo a las astillas,


sino porque de algún modo

consigues hacerme olvidar

que llevo 32 años cansado.


La vida retuerce,


la vida,

la ida,


la vuelta sin vuelta,


todo lo que nos permitimos olvidar 


acabará por separarnos del resto;


llámalo "lujo"


llámalo "castigo",


qué más da, la vida...


la vida no rima con nada

ahí está la gracia.

FÉ DE ERRATAS

Aquí , aquí abajo...


¡Una moneda de 5 para un bocadillo de 50!


Me acostumbro cada vez más a tu trazo,


a tu súbita impaciencia;


zapatos feos,


zapatos feos.


En la pared han pintado un corazón

que parece un anacardo.


Quisiera salir de aquí,

escapar de todos mis parásitos,


de todas mis respuestas,


bonita falda,


bonito peinado.


Aquí, aquí abajo,


jamás aprenderé a pedir disculpas 


por lo que no recuerdo;


jamás pronunciaré los nombres

de todos los que me odiaron

o a los que odié,


no por falta de ganas,


sino por ellas...


bonito pantalón,


calcetines azules,

azules,

azules.


Sin puerta frente a la que ver jugar a los niños,


sin zaguán donde esconderme para tocarme,


sólo deseo cerrarme los ojos a noches

y encadenar mi pecho al sonido de ese tráfico,


de ese....


Para parar el tiempo

no es necesario arrojar relojes por encima de los hombros,


ni refugiar la cabeza detrás de un adoquín

infestado de moscas invisibles.


¡Reclamo este pedazo de tierra!,


orinaré sobre él si es necesario,


me quedaré a vivir sobre él

aunque me vaya la vida en ello...


parecemos fichas de algún juego de mesa

esparcidas con desgana sobre la alfombra.


Tú, mendigas en la acera medio borracho

y yo, me distraigo aburrido en mi ocio,


jugando a imaginarme en tu cabeza,


y es injusto,

mucho ...


pero yo no me he posicionado,


tú no te has posicionado,


nos han posicionado

y es lo que hay.

INSTRUCCIONES PARA REVENTAR PAPEL BURBUJA

No existen los principios;


me desataste 


desde las córneas

a las raíces...


tengo la impresión de seguir naciendo todavía.


Menudo desperdicio de ciudad,


llena de jardines y buceadores,


de campanas;

Está bien, no lo sé,


cuando llegué aquí ya estaba muerta,


te juro que no le he tocado ni un solo pelo;


sabía mi nombre,


sabía que no tengo vocación de asesino,


sabía el apellido de mi madre

y hasta el número de mi calzado...


Me siento afortunado:


desde mi ventana puedo ver el cielo

y escupir por encima de las chimeneas;


a veces las nubes son de un rojo violeta

como si alguien las estuviera estrangulando

… uno se queda tan perplejo

ante estos pequeños acontecimientos

(cómo me gustaba esa canción)
.

Ya no estás,


pero me traje tus cosas,


no recuerdo el robo ni el regalo,


pero están ahí;


lo único verdaderamente mío

no puede masticarse,

ni rimarse,


es un abrir,

un contener

un resistir,

un empujar,


un...


Deberíamos de ser todos un poco más honestos

y reconocer sin tapujos

cuando algo nos parece una mierda;


agradar se ha convertido en una epidemia

y no deseo confundir la educación

con la justicia.


No existen los principios,


la casualidad es la mejor maestra:

querido recién llegado,


querido callejón,


sostén con tus dedos cada universo

y tras mirarlo,

admirarlo

y descubrir que es mejor que el tuyo propio,

envídialo hasta odiarlo

y aprieta

aprieta sin remordimiento,


y lánzate a por otro 


como si tu miedo fuera hambre.


No es tan complicado,


créeme no lo es;


a solas

todos,


todos lo hacen.

CAPRICORNIO

De qué tener miedo

mentir

de qué tener pulso

caer,

hay un ventilador sobre mi cabeza,

respiro suavemente antes de ser ejecutado;

y tú qué?...

Si comenzamos a arrepentirnos

de todo

no vamos a corrernos nunca

y se hace tarde.

Me desnudo y me toco

sigo siendo lo mismo

las manos me han crecido,

las cejas se me siguen

cayendo solas,

mi sexo sigue en su sitio.

Te desnudo y te toco;

intento mover las orejas

y pienso en lo maravilloso

que sería reventarlas,

descubro el placer

de clavar tus fotos

en mis tobillos,

de coser mis hombros

a tus rodillas…

La calle sigue silenciosa,

la noche sigue silenciosa,

pataleo dormido

para no crecer,

para no dormir más,

para no sentir vergüenza…

y se hace tarde.

Y paseo entre los cementos

que nunca se secan,

esquivando alfileres que caen de los balcones,

cristales que no sirven para comer,

palomas que huelen a lejía,

hemisferios derretidos,

libros donde tu voz parece porcelana,

y me cubro la cabeza

con las copas de los árboles

para intentar soñar con algo

que no me dé náuseas;

así que siéntete orgulloso de mí

cuando te digo que ya no me golpeo la cabeza contra la lámpara

ni sostengo mis pulmones más allá de lo permitido

ni me rasco quemaduras que nuca existieron

ni me invento canciones infelices

ni tengo miedo

ni miento

ni miento

ni miento…

…déjalo…da lo mismo.

VUE

Como un extraño tipo de asno

que se masturba mirando manzanas

caer,

permaneceré arrodillado frente a mi puerta

encadenado al quicio;

Volverán en mitad del día

y delante de todos

me molerán a latigazos,

o pasaran de largo con demasía

hasta hacerme llorar

asfixiado

de la desgracia que acabo de inventarme.

Qué sé yo…

abrir latas de conserva

con la mano izquierda

parece una tarea sencilla

comparada con escoger

las palabras adecuadas para caer mal.

Tal vez dentro de unos años

con el dinero suficiente

conseguiré convertir el oro en arena

las noches en andrajos

los nudos en pistas de aterrizaje.

Las moscas ya no me saludan,

las esquinas se has puesto tacones,

mis pasos parecen no mutar

el lenguaje de las cosas

que nunca me hablan.

Y como un extraño

le reprocho al sofá

y le cuento lo mucho que deseo maltratarlo,

y más cosas,

y no siento la espalda

y tengo sueño

y no me importa que sean todavía las ocho;

Y miro por una grieta de la cortina

que no conocía

y pienso que fuera

todos desean lo mismo que yo,

detenerse,

dejar de hacerse preguntas,

dejar de amar;

y después de tomarme el pulso

y girar el cuello como una galaxia

muerta,

reconozco que todo esto podría suceder,

una y otra vez,

en esas ocasiones

en las que premeditadamente,

como un estúpido asno,

decido no llamarte

para tomar algo

o ir al cine.

SPICA

Acicálate bien

burbuja,

sal a despreciarlo

todo

a desperdiciarte…

Suben los violines:

agudo,

espada,

embarcadero de narices

muertas,

agudo.

Prolóngate bien

burbuja,

cacique...

bienvenido sea

tu carnaval:

Suben las montañas,

quieren trepar al cielo,

arañar las alas

de las cigüeñas;

esnifo todo lo que puedo.

Chasquea bien

burbuja,

déjame solo un rato más en mi desidia;

luciremos por la noche

como farolas

que nadie mira,

como cristales

que nadie enciende.

Dime sí,

dime no,

dime que a lo mejor

soy yo el cadáver;

te siento tan pringosa

que podría lamerte

si mi espalda

no me lo impidiera.

Acaríciate bien

burbuja,

revienta,

revienta todo,

revienta cielo,

revienta el cielo,

revienta todo lo que quede detrás.

Por culpa de un retorcido sentido de supervivencia

no logro recordar nada de lo aprendido hasta esta misma

mañana,

ya no quiero burbujas…

prefiero las nueces.


SINESTESIA

Si ya ni te atreves

a llevarme la contraria,

podrían los poetas viejos

capturar palabras más bellas

de las que yo no diré nunca,

acurrucar soldados

frente a tu puerta

hasta cubrirla de limo,

acurrucar bellos poetas

cubiertos de limo viejo

como soldados apostados en tu puerta,

esperando capturarme…

y quién va a llevarme la contraria.

Cemento, cementerio, cimiento,

aguja clavada en tu cuello;

hay tantísimos niños

muertos en la calle,

que se me quitan las ganas

de hacer correcto

céntimo, centímetro , centinela

mi cara clavada en tu cuello;

hay tantísima demasía

tantísima pereza tirada en la calle

desde que se me quitaron las ganas

de hacer lo correcto...

o no.

He pasado cinco días

girando sobre mí mismo…

la verdad es que no ha habido grandes cambios

desde entonces:

la tierra tapa,

el aire pierde,

el fuego limpia,

el agua ahoga,

he pasado varios días celebrando

que el cielo ya no existe encima de mí,

que ya no debo rezar para obtener recompensas,

que ya no debo esperar más,

ni esperar más

(…que raro)

Olvidé el nombre de la calle

en cuanto acabé de leerlo,

el portal es de color rojo

el número esta arrancado

no hay luz,

el suelo esta frío

no tengo frío

me siento en casa;

Analizo mi vómito sobre la escalera:

burbuja, burbuja, patata frita,

puñal, guisante,

un pedazo de papel bañando en gelatina negra,

patata frita;

A mí no me da asco de lo mío,

guisante,

leo mis posos;

ahí están:

cemento , cementerio, cimiento

céntimo, centímetro, centinela

calambre, clama, candelabro, cajón;

y ahí está entre la maraña,

blanca,

redondeada,

la limpio, la miro de cerca,

arrugo las cejas;

es una letra de tu nombre

que vuelvo a tragarme.

DAMAS CHINAS

Así, por las buenas

como todo,

mi oreja llena de laúdes,

tobillo del revés,

ovillo,

no tenemos tiempo.

Comer galletas y preguntar tonterías

fue mi pasatiempo favorito

antes de encontrarte,

improvisar

la mayor de las cargas

saber en demasía

y fingirse estúpido

para no desentonar

como bolso y zapato;

el planeta gira tan despacio

que parece que lo estoy empujando

en vez de ser arrastrado,

o que lo estoy arrastrando conmigo

en vez de dejarme empujar.

Comer galletas y preguntar tonterías

era taaaan divertido;

hasta que se agotaron las preguntas:

por qué somos de colores

por qué la madera flota

por qué dormimos

qué es el horizonte

qué es la ansiedad

qué es un ídolo

qué significa coadyuvar

por qué no sabemos aprender

para qué sirve el apéndice

cuándo me llegará la postal,

esa que dices que me enviaste

desde no sé dónde...

La primera vez que te vi

perdí la curiosidad,

la segunda vez que te toqué

perdí el apetito,

la próxima vez que nos encontremos

tal vez pierda el interés por mí mismo

y concentre mis energías

en ser yo el que responda…

te toca mover.


SATURNO

Acabare quedándome a tu lado

sin hacer más preguntas;

acabare dormido a tus pies

sin obedecer,

per ma ne cien do...

Rendido de caminarte

sucumbiré a los teléfonos que lloran,

a las toallas sucias,

a los ceniceros gigantes

como palabras,

a los sonidos intermitentes,

a los puñetazos.

Hoy cenaremos

ensalada de aire

y sopa de agua:

¡que me arranquen los pulmones

y me amputen los tobillos,

antes de volver a reprocharte!

Acabaremos alargando las horas

como papel dorado

hasta matarnos el uno al otro;

acabare perdido,

o perdido,

o perdido…

compréndeme;

mira a esos pájaros,

ellos no piensan como tu o como yo,

a ellos les da igual a donde ir,

se dejan llevar por el aire

como si estuvieran muertos,

así debería de ser todo;

ellos no opinan,

ni padecen,

no tienen objetivos

carecen de todo instinto,

de todo sentido del rumbo

de toda dirección...

...¿ah, no?...

pues vaya...


POLIESTIROL

Tiendo la ropa.

Emparejar calcetines

es toda una proeza,

recojo la ropa

tendida anteayer.

Tú, y yo,

espalda contra espalda,

si tú no hablas, yo tampoco,

si no te mueves, yo tampoco.

La comida está casi lista,

y nos señala

cargada de hambre,

cargada de humo;

la comida se está quemando,

si no te levantas, yo tampoco,

si tú

no te levantas, yo tampoco.

La cocina está ardiendo,

el aire se llena

de aroma a vinagre,

el techo comienza a quejarse.

Si tú no respiras, yo tampoco,

si tú no me tocas, yo tampoco,

si tú no reaccionas... debería de huir de esta casa

antes de ser sepultado por el fuego;

no es por ti, es por mi vida,

espero que lo comprendas.

Tiendo la ropa,

emparejar calcetines

es toda una destreza,

monocromo,

monocromo con monocromo;

inventar incendios

ya no es divertido....


JABÓN DE AZUFRE

Todo se me olvida,

todo desafina

en veintisiete años de distancia,

en las palabras de un preludio

que sumando hubiere

si quisieres consentido.

Todo se me olvida,

y excitado repentinamente

por un crucifijo abandonado

trato de recordar

si el trabajo nos haría libres

o si el ocio nos arrastra;

recordar

que pongo más felicidad de la cuenta

sobre la mesa de un extraño

que sobre mi propio cultivo,

recordar que jugar me divierte.

A, B, tendremos un escondite

bajo la colcha tejida;

C, D, tengo frascos repletos de hormigas

donde la miel ya no sabe a nada;

E, F, no quedaran casi mentiras

que reconocerte...

y así,

como si no pudiera respirar

te cantaría

las palabras del preludio

que sumando hubiere,

y si quisieres, te cantaría

las palabras de un preludio...

Si me cruzo otro día por la calle

y no te reconozco,

no me odies,

porque yo ya no te odio…

(a mí todo se me olvida)


ROBLE

“Coronaria”,

escrito en letras de espuma...

Detenido en medio

del paso de cebra

miro sin mirar nada:

ayer respiraba sin esfuerzo,

porque no hay periódicos que me asusten;

los automóviles me increpan,

silban,

arrojan esputos de sus cláxones,

concentran espectadores

y señoras con carritos llenos de lechugas;

yo permanezco en pie,

en medio del paso de cebra,

dibujando suavemente un caracol

con mi dedo sobre el muslo,

intentando cerrar mi mano izquierda

rodeándome el cuello.

Ayer gritaba:

“coronaria...coronaria”

como si fuera el nombre de una calle de Barcelona,

o el salmo de una absurda ceremonia;

reías junto a mi,

y todo te parecía licito y con sentido;

Hoy, detenido, agotado,

sumido en el sutil colapso

de un no sé qué

que me aterra,

alguien me empuja,

me desploma,

beso el paso de cebra;

miro sin mirar

los pies de todos

obligado a besar el paso de cebra;

nunca creí que hubiera tantísimos pies en esta tierra...

Mi dulce coronaria,

escoge rápido,

¿guadaña o segueta?.


CAFEÍNA

No se bebe lejía;

¿cuántas veces tendrán que repetírmelo

para que me entere?

tendrán que salirle yagas a mis yagas

para que tal vez considere

probar el alcohol…

Anoche tuve una pesadilla horrible

había paz encima de una colilla

y cuatro mesas mal puestas

en medio de la autopista,

no había trafico

ni enredaderas

solo un espeso murmullo

y violines

muchos violines rotos;

no había nadie que me clavara agujas

nadie para reprocharme

y me sentía inútil,

impotente.

Anoche soñé que no servia para incordiar

ni para estafar,

que jamás seré como otros nombres

ni llegare a la altura de sus aletas,

mi madre me llamaba fracasado

porque no conseguí mentirle

la ultima vez que escape de mi rutina,

mi padre agachaba la cabeza avergonzado

porque no fui capaz de equivocarme

cuando elegí ser incoherente.

Había un pez encima de una colina,

ya no tenía gato,

ni escombros,

ni enfermedades de las que compadecerme,

no tenía miedos,

ni ganas de ganar a nada,

ni cosas a medias…

anoche tuve una horrible pesadilla,

soñé que tú no habías estado nunca

pero que yo ya te amaba.


ZOCO

me llevare ese…

no ese no,

el del estante de encima,

el de la izquierda…

izquierda

(¡dios, qué estúpida!)

justo el de al lado

el del lomo rojo

el único que tiene el envoltorio al revés

el que se está moviendo

el que me señalaba cuando me hacía el desentendido

al corretear por el pasillo

el que sabe que lo necesito y no me lo recuerda

el que nunca dice lo que quiere hacer

el de las luces

el que se distrae pataleando

y descansa cuando fuma

el que pregunta cosas que no quiere comprender

el de los accesorios de níquel

el que trae de regalo una lengua desconocida

el modelo más adecuado para mis tardes necias

el del botón de “no permitir”

el de las cuerdas

el que me repite su nombre

el que no trae garantías pero sí condiciones

el de las explicaciones innecesarias

el de los vaqueros apretados marcando paquete

el que odia las flores

el que no concibe un mundo sin música

y vive en una caja sin oídos

el se me calza mi rabo como un campeón

el que besa y muerde con el mismo algoritmo

el de los cables enredados

el mas brillante de todos

ese…

¿cuánto es?;

me lo llevo puesto.


TALADRO

He tardado en encontrar lo que era mío,

el día en que aprendí a morir me sentí desperdiciado

(aquella película era buena…muy buena)

Vivo bebo

gateo escalera puerta mar cortina

menudos efectos especiales.

Me incorporé por la mañana

sabana picaporte

noticiario

buenos días planeta

y no respiraba

ni latía

ni Australia

ni nada.

El día en que aprendí a morir

el teléfono se descolgaba solo

y la luz que entraba por la ventana

…olía

Jamás habrá nada más hermoso

que el sonido de tu tos al despertarte,

que el quejido de mis muslos al nombrarte,

que el café y la orina

derretidos sobre el suelo,

tu y yo

la bóveda celeste,

las adicciones ,

lo perverso,

el intercambio.

Por fin, ya iba siendo hora,

he aprendido a hacerme agujeros

con la punta de mi antojo

y ha rebuscar como una partícula de “¿cuándo?”

la médula de mi fruta,

rascando en la desesperación

de traer a tu puerta

el gran regalo de aniversario.

Me incorporé por la mañana

espalda beso

axila comedor

y comencé a reír como un idiota

mirando la lámpara,

mirando tus ojos entreabiertos,

tu preguntas.

(He aprendido tanto desde aquella película…)

Acabo de hacerme un agujero nuevo

con la punta de mi antojo

justo en la sien derecha:

fóllatelo,

ahora.

OBVIO

yo no quiero ver a los vecinos desnudos,

ni espiar a los políticos cuando estén en el baño

no quiero robar comida,

ni por necesidad,

ni por capricho,

ni por desgana ;

no quiero abrir las cajas de los bancos

y acumular como un pelicano

cadáveres en la boca,

no quiero caminar sobre el agua

y hablar solo,

ni corretear en bragas por los teatros,

ni asaltar bibliotecas,

ni llevarme a casa pesadas antigüedades.

No quiero fumar en los hospitales,

ni jugar a intercambiarle las ropas a las personas que odio,

ni hacer fotografías de los líquidos petrificados,

ni reírme de la gravedad,

ni tocarte sin permiso,

ni besarte,

ni refregarme en tu pierna

sin una palabra de animo a continuar…

eso esta bien cuando eres un niño, que ve la tele

con la barbilla ensangrentada

y piensa que el cosmos

le pertenece por derecho;

yo quiero ser visible

y que me persigan los relojes.