Acabare quedándome a tu lado
sin hacer más preguntas;
acabare dormido a tus pies
sin obedecer,
per ma ne cien do...
Rendido de caminarte
sucumbiré a los teléfonos que lloran,
a las toallas sucias,
a los ceniceros gigantes
como palabras,
a los sonidos intermitentes,
a los puñetazos.
Hoy cenaremos
ensalada de aire
y sopa de agua:
¡que me arranquen los pulmones
y me amputen los tobillos,
antes de volver a reprocharte!
Acabaremos alargando las horas
como papel dorado
hasta matarnos el uno al otro;
acabare perdido,
o perdido,
o perdido…
compréndeme;
mira a esos pájaros,
ellos no piensan como tu o como yo,
a ellos les da igual a donde ir,
se dejan llevar por el aire
como si estuvieran muertos,
así debería de ser todo;
ellos no opinan,
ni padecen,
no tienen objetivos
carecen de todo instinto,
de todo sentido del rumbo
de toda dirección...
...¿ah, no?...
pues vaya...
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