viernes, 15 de octubre de 2010

ROBLE

“Coronaria”,

escrito en letras de espuma...

Detenido en medio

del paso de cebra

miro sin mirar nada:

ayer respiraba sin esfuerzo,

porque no hay periódicos que me asusten;

los automóviles me increpan,

silban,

arrojan esputos de sus cláxones,

concentran espectadores

y señoras con carritos llenos de lechugas;

yo permanezco en pie,

en medio del paso de cebra,

dibujando suavemente un caracol

con mi dedo sobre el muslo,

intentando cerrar mi mano izquierda

rodeándome el cuello.

Ayer gritaba:

“coronaria...coronaria”

como si fuera el nombre de una calle de Barcelona,

o el salmo de una absurda ceremonia;

reías junto a mi,

y todo te parecía licito y con sentido;

Hoy, detenido, agotado,

sumido en el sutil colapso

de un no sé qué

que me aterra,

alguien me empuja,

me desploma,

beso el paso de cebra;

miro sin mirar

los pies de todos

obligado a besar el paso de cebra;

nunca creí que hubiera tantísimos pies en esta tierra...

Mi dulce coronaria,

escoge rápido,

¿guadaña o segueta?.


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