viernes, 15 de octubre de 2010

FEBRERO

Creí que estaría a la altura,

debí suponer menos intento,

debí remediar,

creer,

no más de cuanto;

creí que vendrías a cenar,

que iría a tu fiesta,

que juntaríamos los dedos

y los sexos

como animales extintos,

que podría convertirme en vulgar

y levantar edificios y acequias

donde nunca tuve…

Más de ti no más de cuanto,

resaca y no más de cuanto,

me tambaleo camino a mi cama,

estúpido pensar que puedo,

pero no.

El paraíso está de tantos otros

capaces de ser lo que buscas

repleto,

sucios y limpios

abiertos y cerrados,

yo no permito que se me interprete,

avalancha,

que ridículo no ser

que ridículo pensar de ser

por debajo del limite.

Hubiéramos sido amigos en otro tiempo

y hasta te habría lamido los sabañones

sólo con que chasquearas los dedos,

me habría cosido una vagina

para parirte hijos,

te habría traído trofeos

y ofrendas

para que colgaras en el techo con

obtusa grandilocuencia,

te hubiera amado tanto que se me hubieran agrietado los dientes

de repetir tu nombre en sueños…

Pero un buen día despertaré,

e iré a tu camino

a mostrarte mis progresos

hasta hacerte salivar

más allá de mi boca;

te contaré que fue fácil,

te dejare que me abandones

y regreses con fuerza,

te enseñaré, yo, a marcar el territorio,

te dibujaré con trazo recio hasta reventar tu frontera;

seré tal y como todos me buscan,

hasta dejar de ser yo mismo...

(...pero entonces nada tendrá sentido)

Es una lástima,

de veras,

es una lástima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario