viernes, 15 de octubre de 2010

140º

El ángel suicida

cae frente a mí,

de alas quebradas,

grotescamente retorcidas;

sus ojos me miran inquieto,

parece aturdido,

descontento,

sangrante de tanto aire…

Tardé diez putos meses

en recuperar mi esperanza,

en volver a pasear,

en volver a confiar;

tuve que repetirme

que se trataba de una fantasía

para no volverme loco de celos.

He aprendido a llorar

sin gesticular,

a ignorar todo lo que

cae

de mi

cielo

queriendo huir;

he tardado en aprender

que lo tuyo

es mío

y de nadie que ose perturbarlo.

( No amo,

sobrellevo.)

Y no permito

que ningún maldito

ser de Dios

se atreva a refregarme

mi miseria;

bastante tengo ya

con ser

el más feliz de los hombres.


No hay comentarios:

Publicar un comentario